EL PROYECTO URBANO
© Marlo Trejos 2007
El Proyecto Urbano no es ni un plan urbanístico ni un proyecto arquitectónico. Es un proyecto que define la forma y el contenido de un fragmento de la ciudad desde el espacio público a la arquitectura.
Oriol Bohigas
La tipología de intervención urbanística denominada Proyecto Urbano se caracteriza por pasar del urbanismo normativo al operacional. A diferencia del urbanismo de larga duración basado en Planes Generales y Planes Reguladores, el Proyecto Urbano supone la identificación de espacios con potencial de desarrollo -Áreas de Oportunidad- donde realizar una intervención de aprovechamiento de potencial (densidad, flujos, energía, condiciones de paisaje, etc.) de acuerdo a una serie de alternativas operativas: suturas, conectores, infills o rellenos, actos de acupuntura urbana, etc. Este urbanismo estratégico opera de lo local a lo general, dando prioridad a la reconstrucción de los centros urbanos maduros y consolidados frente a la expansión suburbana.
Si el Plan es el clásico instrumento político de la era Fondista, el Proyecto Urbano ha emergido como una alternativa argumentalmente viable en el actual “régimen de acumulación flexible” (1) ya que combina flexibilidad y objetivos concretos. El Proyecto Urbano toma del proyecto arquitectónico su mayor capacidad de adaptación a un entorno social y económico en acelerado cambio, de forma tal que constituye un instrumento más eficiente en el gobierno de la urbe contemporánea. Es un urbanismo operacional que se fundamenta en la definición de un Proyecto, estableciendo claramente las características y condiciones del espacio público, entendido éste no como un espacio residual sino como elemento estructural de la ciudad entorno al cual se organiza el plan de masas; volúmenes edificados que articulan una arquitectura urbana.
La condición de las ciudades hoy altera el rol del arquitecto/urbanista; se produce una migración de las actitudes que trataban de controlar la forma de la ciudad a prácticas dirigidas a interpretar la megalópolis contemporánea. Bajo esta perspectiva ahora nos corresponde transformar las periferias interiores con el objetivo de contribuir a la formalización de nuevas centralidades. Estas nuevas centralidades se vislumbran inicialmente como Áreas de Oportunidad bajo una óptica que procura superar la visión infraestructural o meramente normativa de una cierta concepción del planeamiento, por una interpretación estratégica y topológica de los procesos urbanos.
Nota:
(1) Ver Zarea-Polo, Alejandro, La Organización Material del Capitalismo Avanzado. Architectural Dnesign, número 64, pag. 24/29. Londres 1994.
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